domingo, 13 de febrero de 2011

Le sonrió burlesco, observándolo como si fuese una cosa poca. Algo patético.

"Tu supones que eso es verdad" dijo moviendo su lata de cerveza "Tu supones que ella vale la pena"

Ahí estaba, discutiendo sobre temas totalmente sin sentido. ¿Amor? Eso no era para él... No.

"Pero me ha perdonado..." Murmuró apenado, bajando la vista hasta sus manos vacías "Eso significa..."

"Yo también te he perdonado" le interrumpió en voz más alta, mientras lo abofeteaba con el aliento cargado de alcohol, mezclado con humo y, en algún lugar, mentas "Cada una de las cosas que has hecho. No por eso te vas a enamorar de mí"

Su expresión no cambió. Él seguía bebiendo. No se percataba de nada, y aún tenía la razón.

"¿Y qué con eso?"

"Que si nos enamoráramos de cada persona que nos perdonara, no tendríamos escapatoria. O no metemos la pata, o nos enamoramos todos los días de personas diferentes"

"No quise decir eso..."

"No digas burradas"

Lo miró, mientras apuraba lo poco de cerveza que le quedaba. Habían dos latas más, vacías. Iría a por la cuarta, era lo más probable. Era increíble. Borracho y todo, continuaba teniendo la razón. Observó cómo el mesero disimulaba una cara de asco, cuando él le pidió más.

"¿Está mal apreciar que te perdonen?"

"No. Está mal perdonar porque te perdonaron"

"Eso es estúpido"

"¿Lo has puesto en práctica?"

"No"

"Entonces aún no sabes si es estúpido. Estúpido"

Lo miró fijamente. No se percataba de nada, estaba borracho, y tenía la razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario